Nuestra #ActitudCaminoAlSol para este inicio de semana, la proponemos con la intención que nos dice: «El luto no apaga tu amor, lo transforma en memoria viva». La pérdida de un ser querido es una experiencia profundamente dolorosa que nos confronta con la fragilidad de la vida. Sin embargo, es esencial reconocer que el amor no se extingue con la ausencia física; más bien, se transforma en una memoria viva que continúa acompañándonos y moldeando nuestras vidas. Esta transformación del dolor en amor perdurable es fundamental para nuestra sanación y crecimiento personal.
El duelo es una respuesta natural ante la pérdida y se manifiesta de diversas formas en cada individuo. Según Elisabeth Kübler-Ross, existen cinco etapas del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Estas etapas no son lineales ni universales, pero proporcionan un marco para entender las emociones que surgen durante este proceso.
Jean Suriel, analista meteorológico, nos comparte un panorama actualizado del clima en República Dominicana. Con el fin de la temporada frontal, el país se despide de los frentes fríos y se prepara para la transición hacia un nuevo patrón atmosférico. De cara a la Semana Santa, Jean ofrece un pronóstico detallado que permitirá a la ciudadanía planificar con seguridad sus actividades. Además, señala el inicio de la temporada de lluvias, una etapa clave para los ecosistemas, la agricultura y, a la vez, un período que requiere prevención por los riesgos de inundaciones. Su análisis combina datos técnicos con una mirada clara y didáctica para mantenernos informados y preparados.
Milka Hernández, experta en marketing turístico y defensora del turismo comunitario sostenible, nos invita a encontrar refugio en la naturaleza cuando el dolor o el estrés nos embargan. Su propuesta combina el descanso emocional con el descubrimiento de rincones únicos del país. Milka recomienda cinco destinos donde el alma puede respirar en paz: Rancho Platón en Barahona, un paraíso entre montañas y ríos; Los Brazos en Jamao al Norte, ideal para el contacto con la comunidad y el ecoturismo; Villa Pajón en Constanza, un remanso entre pinos; La Bocaina en Ocoa, perfecta para desconectar entre cafetales; y Palero en Cenoví, Santiago Rodríguez, un tesoro escondido con encanto rural. Estos lugares no solo ofrecen belleza natural, sino también oportunidades para sanar, reconectar y reencontrarse.
