La psicóloga y doctora en neurociencia cognitiva aplicada Dalul Ordehi explora cómo la intuición influye en la memoria, destacando que los momentos de «insight» o revelación no solo generan satisfacción emocional, sino que también fortalecen la retención de información. Estudios recientes indican que resolver problemas mediante intuiciones repentinas activa áreas cerebrales específicas, como la corteza occipitotemporal ventral, reorganizando la codificación de la información y facilitando su almacenamiento en la memoria a largo plazo . Este fenómeno, conocido como efecto «¡ajá!», demuestra que las experiencias intuitivas pueden duplicar la capacidad de recordar aprendizajes, subrayando la importancia de integrar la intuición en procesos educativos y terapéuticos para potenciar la memoria y el aprendizaje.