REPÚBLICA DOMINICANA.- El primer objetivo del ahorro es proteger el bienestar. No se trata de una labor adicional a nuestra cotidianidad. Es una consecuencia de una consciencia de manejo de los movimientos de vida en relación al de los financieros.
Así lo asegura nuestro colaborador Paulo Herrera al hablar sobre el objetivo del ahorro. Dice que al depender tanto del ingreso y de un movimiento céntrico de este ingreso, “llegamos a una especie de callejón sin salida financiero”.
La solución para el ahorro, señala, es precisamente dominar la dinámica de nuestros movimientos financieros. En ese momento “el ahorro deja de ser un trabajo y se convierte en algo que tú haces hasta con alegría porque entiendes que lo haces para proteger tu bienestar”.
“¿Por qué tenemos agua almacenada en la casa? Por dos razones, primero reserva ante imprevisto (a causa de una sequía larga, como puede ser una tubería rota de dos días). Algo que sucede y no controlamos. Tenemos una reserva para minimizar el riesgo de quedarnos sin agua. Pero hay otra función que tiene esa reserva de agua que es tan importante como la primera, que es regular el uso del agua”.
Con ese ejemplo Paulo Herrera nos lleva a comprender que el dinero puede llegar a nuestros hogares a un ritmo diferente al que lo utilizamos, y que contar con una reserva garantizará que ese ritmo se mantenga y el dinero esté disponible en el momento en que se necesite.
Del mismo modo que en hogar se tiene la capacidad de gestionar el recurso del agua, se puede regular el gasto contando con el ahorro como “reserva ante imprevistos”.
Un buen manejo financiero está conectado con la acción de proteger esa capacidad para cubrir los costos básicos y para ello, según agrega Paulo Herrera, es preciso proteger la reserva.
“Entonces el primer objetivo del ingreso es generar liquidez para imprevistos de corto plazo, (que si se dañó un aparato electrodoméstico, cualquier retraso en recibir un pago etc.). El segundo objetivo del ahorro es regular el gasto-ingreso de la misma manera que el agua. Utilizar el dinero en un ritmo diferente al que me llega, por lo tanto necesito esa regulación que garantice por lo menos en los aspectos básicos esa liquidez”.
¿Cuánto debo ahorrar?
Paulo Herrera recomienda que antes de ahorrar tomes en cuenta el porcentaje de ingresos y los factores de riesgos. Dice que lo ideal, aunque parezca mucho, es reservar tres veces más que el costo, de ese modo éste será siempre menor que el ingreso. “Desde el momento en que comiences ahorrar y ya desde el momento en que logras desconectarte del ingreso, es decir, con una semana de costo que tu mantengas de liquidez mínima en la cuentas del banco que tu manejas, tu nivel de bienestar se dispara inmediatamente”.
¿Cómo se calcula el costo?
Para calcular el costo dice que es necesario observar. El costo es lo que se tiene que pagar sí o sí como parte de la vida diaria. Es un gasto ordinario.
“Una pregunta que ante la duda conviene tener como regla general es: Si tu perdieras tu trabajo, ¿harías ese gasto? Si la respuesta es que sí, entonces es costo ordinario y si la respuesta es que no, es posible que sea un gasto extraordinario».
