Lidia Ariza, reconocida actriz y directora de teatro, nos invita a redescubrir el poder sanador del arte escénico a través de la lectura. Leer teatro no solo enriquece nuestra cultura y amplía la imaginación, sino que también ofrece beneficios terapéuticos profundos: al sumergirnos en los conflictos, emociones y diálogos de los personajes, podemos reflejarnos, comprendernos y hasta liberar tensiones emocionales. Según Ariza, el teatro leído es una forma de catarsis íntima, una herramienta que favorece la empatía y el autoconocimiento, haciendo del texto dramático un espejo del alma humana.