Nuestra #ActitudCaminoAlSol para este martes, la enfocamos en la intención que nos dice:»Tener un plan no limita tu libertad, te prepara para aprovecharla con claridad». Vivimos en una cultura que a menudo glorifica la improvisación, el fluir sin agenda, la espontaneidad como símbolo de libertad absoluta. Se nos ha hecho creer que tener un plan es vivir atados, que organizarse es apagar el fuego de la creatividad, o que anticipar es vivir con miedo. Sin embargo, ¿cuántas veces esa falta de estructura nos ha llevado a sentirnos perdidos, agobiados o estancados?
La libertad no está reñida con la planificación. De hecho, un buen plan nos da el espacio mental y emocional para improvisar con base, para actuar desde la calma y no desde la urgencia. Nos permite elegir mejor porque nos mantiene enfocados en lo que realmente queremos construir. Como decía Eisenhower: “Los planes no valen nada, pero planificar lo es todo.” No se trata de seguir un mapa rígido, sino de tener una brújula que oriente el camino, incluso si hay que desviarse.