«Hoy centra tu atención en aquello que aún estando cerca, habías olvidado», con esta frase le damos sentido a nuestra #ActitudCaminoAlSol. En nuestra acelerada vida cotidiana, a veces pasamos por alto detalles significativos que están justo frente a nosotros. Puede ser una conexión especial, un proyecto pospuesto o incluso una simple alegría que se encuentra en lo rutinario.
Aunque la neuroarquitectura parece una disciplina nueva, lo cierto es que está cercana a cumplir sus primeros setenta años de vida; décadas en las que su objetivo más importante no ha variado. Su función es crear espacios para la felicidad, el bienestar, la productividad y la calidad de vida. Edificios que reduzcan el estrés y la ansiedad. Es una rama en la que arquitectos y neurocientíficos trabajan juntos y su objetivo es el diseño de espacios y edificios centrados en el funcionamiento del cerebro de quienes los ocupan.