Despedimos la semana, con una #ActitudCaminoAlSol con la frase: «Dedícate este viernes a tu salud interior, desconéctate y reconecta contigo misma». Dedica tiempo a escuchar tus pensamientos, a sentir tus emociones y a nutrir tu alma. Permítete un espacio para la reflexión y la tranquilidad, donde puedas encontrar la armonía y el equilibrio que necesitas para seguir adelante con renovada energía.
Una vieja leyenda de los lakota cuenta que, al principio de los tiempos, el Gran espíritu (Wakan Tanka) hizo el mundo colocando en su lugar las seis direcciones del universo. Puso así lo Alto y lo Bajo, el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Tan solo quedaba situar la séptima dirección, en la que residen la fuerza y la sabiduría. El Gran espíritu no quería dejarla al alcance de cualquiera, ya que contiene un enorme poder. Después de pensarlo mucho, se le ocurrió ocultarla como una semilla en el interior de su fruto, en el último sitio en el que miran los seres humanos: dentro de cada uno de sus corazones. Desde entonces muy pocos la han encontrado.
María Elena Asuad, Psicóloga y psicoterapeuta formada en la Universidad Nacional Autonoma de Mexico, UNAM, nos habla sobre «Ahora con el Mundo Interno del duelo». En este universo de emociones turbulentas y momentos de silencio abrumador, uno se enfrenta a la realidad de la pérdida. Es un espacio donde los recuerdos se entrelazan con el dolor, donde la tristeza y la añoranza son compañeras constantes. Pero también es un lugar donde se encuentran la fortaleza y la resiliencia, donde cada lágrima derramada es un paso hacia adelante en el proceso de recuperación.
Milka Hernández, Experta en Marketing Turístico, catedrática universitaria y conferencista, nos invita a disfrutar el campo. Adentrarse en el campo es embarcarse en un viaje hacia la desconexión total. Es dejar atrás el bullicio de la vida cotidiana y sumergirse en la serenidad de la naturaleza. Al respirar el aire fresco, impregnado del aroma de la tierra y las flores silvestres, se siente cómo las preocupaciones se desvanecen lentamente. El murmullo del viento entre los árboles y el canto de los pájaros se convierten en la melodía que acompaña este escape.