Despedimos la semana con la #ActitudCaminoAlSol que dedicamos a la frase: «No corras con los demás, cada persona tiene un ritmo de vida propio e independiente». Cada uno de nosotros sigue su propio camino, marcado por sus experiencias, aspiraciones y circunstancias únicas. Tratar de mantener el paso con otros puede llevarnos a perder nuestra propia esencia y propósito. Es fundamental respetar y valorar nuestro propio ritmo, avanzando con paciencia y autenticidad.
Hacer las cosas a toda velocidad y querer hacer la mayor cantidad de tareas posible, pudiendo incluso estar haciendo varias a la vez no siempre es la mejor manera de actuar y de vivir, ya que esto a largo plazo no es sostenible debido a que mantenerse viviendo durante un tiempo prolongado soportando unos niveles de estrés elevado puede resultar muy perjudicial para la salud. El movimiento “slow living” consiste en una filosofía de vida, fundamentada en el modo de vivir prestando atención plena al momento presente, enfocando los sentidos en lo que se está haciendo o contemplando en ese preciso instante, tratando así de disfrutar de cada momento y dedicarle a cada tarea el tiempo que sea necesario para hacerlo bien.