Nuestra #ActitudCaminoAlSol para finalizar la semana, la enfocamos en la frase: «Aprovecha las oportunidades que tienes para detenerte, y dedícate un merecido descanso». Tomarse un descanso no es sinónimo de debilidad, sino de sabiduría, ya que nos permite recargar energías, reflexionar sobre nuestro camino y volver a nuestras tareas con mayor claridad y enfoque. Este merecido descanso es esencial para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y el bienestar personal, y para garantizar que nuestras acciones estén alineadas con nuestros valores y objetivos a largo plazo.
Si durante tus vacaciones o periodos de descanso revisas el correo del trabajo «para que no se me acumulen a la vuelta», aprovechas un rato libre para adelantar tareas «que no tengo tiempo de hacer en la oficina» o haces un gran viaje que disfrutas mucho pero a la vuelta pronuncias la frase «ahora necesito vacaciones de las vacaciones» es que, un año más, no has desconectado de verdad. La palabra vacaciones como tal deriva del latín ‘vacans’, participio del verbo vacare: ‘estar libre, desocupado, vacante’. ‘Vacatio’ es la acción de estar vacío o sin contenido (significado del verbo ‘vaco’) y del sentido literal de «estar vacío» pasó a tener el significado de estar vacío de tareas y deberes ya sean laborales o lúdicas. Es decir, las vacaciones son, o deberían ser, sinónimo de no hacer nada.