En un mundo donde pasamos la mayor parte de nuestras vidas en interiores, la relevancia del diseño de estos espacios se vuelve esencial para nuestra salud y bienestar. La labor de un diseñador de interiores trasciende la mera estética; actualmente, se fundamenta en la neurociencia, que estudia cómo los entornos influyen en nuestras emociones y percepciones subconscientes. María Beltrán Rodríguez, experta en Neurociencia Aplicada al Diseño de Interiores, destaca que el diseño se trata de solucionar problemas al investigar y entender las necesidades de los usuarios.