Cada fin de año a la espera de uno nuevo es una ilusión. A veces cumplimos metas, otras veces no. Tenemos un plan y con la incertidumbre de la vida, normalmente cambia. Pero que este tenga que cambiar no significa que debamos de abandonar lo que deseamos. Por eso, te compartimos cinco claves o consejos que puedes tener pendiente no solo para este cierre de año, más bien para llevarlas en práctica en el día a día.
1.Ten tu conversación
Solo contigo y con nadie más. Muchas veces nuestra primera salida es buscar una segunda opinión a pesar de que tenemos una propiamente. En esta época de cierre de año, busca un espacio contigo a solas y analiza cómo fue tu año. Las cosas que sacarás de esa conversación serán mágicas.
Todos fallamos y las cosas no salen con exactitud como queríamos. El hecho de que analices tus altos, pero más importante, tus bajos, abrirán una ventana para ver oportunidades de mejora.
2.Recuerda que todo tiene su tiempo
El que no hayas completado o hecho lo que deseas en un tiempo específico no siempre significa que es imposible o que dicho acontecimiento no va destinado a ti. Es como la ley de la atracción: aquello que piensas o ansias, es lo que atraes. Luego de tener la conversación contigo mismo o contigo misma, te darás cuenta cuáles son tus prioridades hasta que llegue un punto en que puedas controlar tu tiempo.
Nota especial:
Nunca compares tu camino con el de los demás. Lo más importante es reconocer que tienes un ritmo propio y no siempre puedes ajustarte al de los demás.
3.Si te preocupas, hazlo con razón
La vida se trata de resolver problemas. Todos tenemos problemas todo el día. Pero ojo, tenemos problemas malos y buenos. Los problemas buenos son regalos, oportunidades tanto como los malos. Al final todo tiene una razón. Ten pendiente cuales requieren de tu energía para resolver y cuáles no.
En contexto:
- María tienen ansias de tener un carro. Su problema en el momento es gestionar el carro y ahorrar.
- Dos meses después María pudo conseguir un carro gris a un precio justo a su presupuesto. El problema ahora que tiene su carro.
- Un día por la mañana María conducía camino al trabajo y uno de sus neumáticos comenzó a perder aire por un tornillo. El problema aquí es cambiar el neumático, y todo esto porque tiene un carro.
Observa y presta atención a las cosas que requieren de tu preocupación. Haz el ejercicio de preguntarte si son problemas reales que requieren de tu energía o aportan a la misma. Si la respuesta que recibes es todo lo contrario, descarta las cosas negativas o preocupaciones innecesarias que no valen de tu atención.
Hay una famosa frase que dice:
Si tu problema tiene una solución ¿Por qué te preocupas? Y si también no la tiene ¿Por qué te preocupas?
Más bien, el mensaje aquí es ocuparse en vez de preocuparse. La preocupación en parte es buena porque es una alerta a nuestro sistema nervioso, pero cargarla con nosotros sin razón o de manera innecesaria es más que un daño.
4.Agradece, siempre
¿Sabías que la acción de dar gracias aumenta nuestro estado de ánimo y mejora el estado de tu cerebro?
Según Dalul Ordehi, especialistas en neurociencia; cuando reconocemos y agradecemos se activa un neurotransmisor que se llama dopamina, que es por donde se recibe el bienestar y se asocia la felicidad. Esa dopamina llega al núcleo accumbens, que es lo que mantiene unido los dos hemisferios del cerebro y es el responsable del sentimiento de recompensa.
¡Todo está conectado! Nuestro cuerpo, nuestro sistema nos habla y una de las formas de cuidarlo es con gratitud. Gratitud por lo que sí y por lo que no.
5.Acepta y deja ir
Todos los días nos vamos a encontrar con una nueva aventura, tendremos nuevas experiencias. Despierta esperando lo que sea. La preparación siempre es buena, pero mucho mejor cuando estas abierto, abierta para aceptar lo inesperado.
-Con mucho amor,
Camino al Sol.
¡Feliz año nuevo!