Si ¡hay que vivir la vida intensamente! Pero por el mismo bienestar hay que poner límites a esa intensidad. También se permite el mínimo esfuerzo. Algo que nos ha traído la pandemia es una revelación de que no podemos controlar todo, oportunidad para conocernos más, tener un poco más de tiempo, un empujón para organizarnos, por eso permítete ser menos productivo (al menos un rato): estás trabajando en mitad de una pandemia, esta es la reflexión que te compartimos. Un escrito de Victoria S. Nadal.