Si no tienes o sabes nada que decir, está bien y déjalo así. Mientras más preparado y seguro, mejor, porque si estás seguro de que no hay nada que decir ¡mejor! Este es nuestro enfoque de hoy con la reflexión que te compartimos escrita por Arantxa Alvaro Fariñas: “Querer decir tanto y saber que es mejor no decir nada”.