“El apego no es una forma de amar. Una familia es eficaz cuando enseña a sus miembros a expresar sus emociones (miedos, enojo, alegría, soledad, celos). Es decir, se pueden expresar sin hacerle daño a alguien o personas que no son del entorno familiar. La familia eficaz sabe asumir los problemas, enfrentándolos de manera exitosa, contando que no hay familia que no tenga problemas, pero algunas los saben enfrentar. Se necesita comunicación adecuada con todos los miembros y que la misma se maneje con respeto, señalando que el niño debe ser respetado desde niño, además de que el niño puede reclamar su derecho al respeto. Cada familia debe permitir que cada miembro vaya creciendo como persona. Toda familia necesita adaptarse a los cambios de época, que debe tener una sincronía.”