Septiembre nos ha dejado mucho que aprender y poner en práctica. De esta forma, hacemos un recuento de algunos de los temas que pusimos sobre la mesa señalando puntualmente un mensaje al estilo de una actitud Camino al Sol.
Lo que aprendimos
1: Podemos accionar o reaccionar. Sea cual sea nuestra reacción o no, hay un poder que influye en lo que sigue de nuestras vidas.
2: Ser independiente no significa estar solo. Hay una independencia mal entendida.
3: Es normal que en momentos específicos perdamos el control pero siempre hay tiempo y solución de mantenerlo; uno de los consejos que nos da el catedrático de Psicología Antonio Cano Vindel, es desviar la atención.
4: ¿Recuerdan ese artículo que leímos por Laura Yépez? Bueno, más que nunca es necesario crear una rutina de balance para desconectarse más de las redes sociales y conectarse con nuestro alrededor y los que están en él. Algo que compartimos del artículo es que “la motivación detrás de esta adicción se apoya en distintos elementos, desde la visibilidad social y la posibilidad de adquirir una identidad específica dentro de un grupo”.
5: Vivimos en un mundo diverso. Que una persona tenga una apariencia distinta no significa que no pertenece. Abracemos la inclusión.
6: No hay pareja o relación ideal así como si nada. Para llegar a tal punto se trabaja, porque es algo que se va construyendo.
7: Existen virtudes que mantienen la mente en calma, como por ejemplo: el poner distancia entre nosotros y lo que sucede a nuestro alrededor.
8: Puede que luego de una decepción o desilusión sea difícil volver a confiar, pero es posible, y esto lo compartimos a través de una reflexión escrita por Valeria Sabater titulada: Aprende a confiar en lo que está sucediendo.
9: Así como en el mundo hay cosas buenas y malas, hay buenos y malos jefes. Así, semanas previas te compartimos 11 cosas que hacen los mejores jefes. Una de ellas: Son francos sobre sus peculiaridades y te ayudan a encontrar un propósito en tu trabajo.
10: Somos lo que nos contamos, y esto lo expresa Óscar Vilarroya en un artículo donde plantea que “cada relato que elaboramos incluye nuestro estado mental y físico, nuestros planes, necesidades y expectativas de lo que va a ocurrir (y también de lo que esperamos que se produzca)”.
11: No hay motivación sin acción. Primero, con la acción vienen los cambios y luego la motivación.
12: Es bueno prestar atención, pero sobre todo ¡Atención a ti!, luego a el-ella o a los demás.
13: ¿Qué seríamos sin el balance? En lo que menos creemos, hay prácticas saludables que en exceso se vuelven nocivas.
14: Cada vez más y más nos dirigimos a una vida minimalista, porque de alguna forma menos es más.
15: Todos tenemos una voz compasiva. Si aún no lo sabes o no la escuchas, actívala y comienza tener un dialogo interno.
16: El movimiento es importante. Con una reflexión que compartimos aprendimos que “el ejercicio y salud mental son dos factores que guardan una relación directa en el estado. Muchos estudios sugieren que el ejercicio puede ayudar a las personas a lidiar con problemas de salud mental, así como a aumentar el bienestar”.
17: No evites los malos momentos, acéptalos, enfréntalos y sigue hacia adelante. Si no estás bien y te preguntan, se sinceró. No digas estoy bien simplemente para responder.
18: Nunca es tarde para plantear tu propósito aún cuando se esté acabando el año.
19: En las relaciones sanas, la pareja dice lo que piensa, se cede el espacio propio y se trata el equilibrio.
20: Como lo natural en la vida, el cambio siempre estará en el mundo. En otro sentido, está la generación baby boom, millenials, y la Z, prestemos atención a como se expresan, tal vez vayan o no por un buen camino.
