Nuestra #ActitudCaminoAlSol para este jueves la basamos en la intención que nos dice: «Ama la vida tal como es, sin esperar un mañana perfecto». Cada día trae consigo oportunidades para aprender, crecer y disfrutar, incluso en medio de las imperfecciones. Si vivimos esperando un ideal que nunca llega, perdemos la magia de lo que ya tenemos. Abrazar lo que somos y lo que vivimos hoy es el primer paso hacia una felicidad auténtica, libre de condiciones y expectativas irreales.
Fénix Pérez, Doblemente titulada como Coach por IESEC Human y Neurosemantic System, nos habla sobre «La transformación». Transformarse no es solo cambiar superficialmente, sino redefinir valores, perspectivas y hábitos para alinearlos con una vida más auténtica y significativa. Este proceso no solo beneficia al individuo, sino que también impacta positivamente en su entorno, ya que una persona transformada inspira, lidera con ejemplo y contribuye al bienestar colectivo. La transformación es, en esencia, el motor del progreso personal y social.
Richard Douglas, actor y productor dominicano, nos trae en su segmento «Mi Opinión Personal» la película»Cónclave», dirigida por Edward Berger, que explora los intrincados juegos de poder y fe en el corazón del Vaticano. Ambientada en Roma, la historia comienza tras la muerte de un papa, desencadenando el evento más secreto y solemne de la Iglesia Católica: el cónclave. A medida que los cardenales de todo el mundo se reúnen en la Capilla Sixtina para elegir a un nuevo líder espiritual, surgen tensiones, intrigas y revelaciones que amenazan con cambiar el curso de la institución. Basada en la novela de Robert Harris, la película combina suspenso político y reflexiones sobre el poder, la espiritualidad y la humanidad dentro de una de las tradiciones más antiguas y misteriosas del mundo.
Yadhira Pimentel, CEO madres SOS, nos habla sobre: «NAVIDAD: No son los regalos, son los momentos». La Navidad trasciende los regalos materiales; su verdadera esencia reside en los momentos compartidos. Es el tiempo dedicado a la familia, las risas en torno a la mesa, los abrazos sinceros y los recuerdos que perduran mucho más que cualquier objeto. En esta época, el valor radica en la conexión humana, en el amor y la gratitud que se manifiestan en los pequeños gestos.
