Enfocamos nuestra #ActitudCaminoAlSol a la intención que nos dice: «Tu mentalidad puede ser tu mayor activo o tu mayor obstáculo. Piensa como el mejor y lo serás». La forma en que piensas determina tu realidad, y adoptar una mentalidad de éxito te puede llevar a alcanzar tus metas. Cree en ti mismo, establece objetivos claros y persiste con determinación. Recuerda que los desafíos son oportunidades para crecer y mejorar. Mantén una actitud positiva y enfócate en el progreso, no en la perfección. Con la mentalidad correcta, todo es posible.
En la encrucijada de la vida, nuestra manera de pensar no solo determina nuestras decisiones, sino también nuestras posibilidades de éxito y felicidad. Aquellos que cultivan una mentalidad positiva y proactiva a menudo encuentran que incluso los desafíos más grandes se convierten en oportunidades para crecer y prosperar. Una mentalidad positiva es como un faro en medio de la tormenta, guiándonos hacia soluciones en lugar de permitir que los problemas nos abrumen. Nos enseña a ver cada obstáculo como un paso hacia adelante, cada fracaso como una lección valiosa. Cuando enfrentamos desafíos con una mentalidad positiva, fortalecemos nuestra resiliencia y capacidad para encontrar soluciones creativas.
Jovanny Montero, Psicólogo Deportivo, Perfyles, nos habla acerca “Teoría Mental de las tres fases”.La Teoría Mental de las Tres Fases en atletas se centra en la evolución del estado mental de un deportista a lo largo del tiempo, desde la preparación hasta la competición y la recuperación. La primera fase, conocida como preparación mental, implica la visualización de objetivos, el establecimiento de rutinas y la gestión del estrés anticipatorio. Durante esta fase, los atletas desarrollan estrategias cognitivas para enfrentar los desafíos futuros y maximizar su rendimiento.
Karil Taveras, Experta en Estrategia Comercial, en Conferencia en temas de Transformación de mercados, digital, Experta marketing estratégico, nos habla acerca de ¿Qué perseguir? Ser conocido o trascender”. Perseguir ser conocido y trascender son objetivos distintos. Ser conocido se enfoca en la fama y el reconocimiento inmediato, brindando visibilidad y popularidad a corto plazo. En contraste, trascender busca dejar un legado duradero y significativo que perdure más allá de la propia vida, impactando profundamente en el campo de acción y en las generaciones futuras. Mientras que la fama puede ser efímera y dependiente de la percepción pública, la trascendencia se centra en contribuciones que resisten la prueba del tiempo y continúan influenciando positivamente.
