Entrevista con María Elena Asuad, Psicóloga y Psicoterapeuta.
En una situación de cambios de algún miembro de la familia, el resto se ve afectado y para reestablecer o readaptarse, dependerán de cuáles sean sus respuestas emocionales. En el siguiente artículo conocerás algunas recomendaciones que te ayudarán a guiar a tu familia en este proceso.
De acuerdo a nuestra colaboradora María Elena Asuad, la adaptación ante este nuevo problema se hará en un nuevo contexto y conlleva un nuevo aprendizaje, nuevas destrezas o funciones de acuerdo al clima emocional de la familia.
Asuad, quien es Psicóloga y Psicoterapeuta señala que “la familia no es solo una colección de individuos, es mucho más que la suma de los miembros que la componen. Si la situación de un miembro de la familia cambia, por ejemplo, por matrimonio, hospitalización, beca de estudio, fallecimiento, accidente, nacimiento de un nuevo miembro de la familia, o divorcio, esto impacta a todos y cada uno de los miembros que la componen”.
Dice que de acuerdo a cómo eran manejados los procesos de cambios en nuestra familia de origen, es probable que actuemos y vivamos los cambios en nuestras familias actuales. Invita, entonces, a preguntarnos: ¿Cómo manejaba mi familia de origen los desequilibrios que producía el cambio? ¿Cuál era mi conducta frente a los cambios? ¿Cuál era mi respuesta emocional? ¿Cómo me adaptaba al nuevo contexto?
“Para responder a estas preguntas se requiere reflexionar sobre las experiencias vividas en la familia de origen”, agrega.
Algunas sugerencias compartidas por la especialista son:
- Haga un listado de los cambios que se han producido en su familia de origen en los últimos 10, 15 o 20 años.
- Especifique cómo reaccionó cada miembro de la familia a los cambios.
- Cuáles fueron los roles que jugaron sus hermanos/as en esos cambios.
María Elena Asuad enfatiza en que mediante este ejercicio o proceso, será más fácil descubrir si la respuesta que estamos teniendo en la actualidad en nuestras familias están influenciadas por nuestra familia de origen, así como de nuestra capacidad para asumir los cambios.
Enunciados que demuestran la existencia de una resistencia al cambio:
- “Yo soy quien tiene que hacer las cosas, sino no se hace nada”
- “Tengo que sentarme a ayudar a mi hijo con las tareas, porque sino no la hace”
- “Siempre quiere hablar de problemas cuando llego de trabajar o cuando estoy cansado/a, parece que no puede vivir sin quejarse de algo”.
- “Él/ella debe saber lo que quiero. Se lo he dicho muchas veces”
- “Estoy cansado de repetir lo mismo, nadie me hace caso”
“Para que exista un cambio en algún miembro de la familia, es importante que alguien tome la iniciativa y en este caso, la puede tomar la persona que se queja. Cambie usted primero y esto favorecerá el cambio en la familia”, María Elena Asuad.
Cambiar no es tan fácil
El proceso de cambio va acompañado de un conjunto de emociones, quizás no percibidas por quien las está viviendo. El primer paso, entonces, para facilitar la adaptación al cambio, se debe tomar conciencia de nuestras emociones. A continuación algunas sugerencias de María Elena Asuad:
-Planifique cambiar su conducta con un miembro significativo de la familia, por -al menos – dos semanas y tome en cuenta:
- Cómo se siente y cuáles son sus emociones al intentar el cambio.
- Cómo se siente cuando cambia en verdad su conducta.
- Cómo reacciona la otra persona.
- Cuáles son sus reacciones, ante las reacciones de la otra persona.
- Al intentar el cambio, piense en lo que dirán los otros miembros de la familia y dese cuenta de que siente al pensar esas ideas.
-Como toda aventura en la vida que implica riesgos y emociones, muchas veces es necesario hacerse acompañar por alguien que guíe el camino, sin contaminar con sus propias creencias y necesidades, el trayecto que va descubriendo y construyendo la persona que está en proceso de cambiar.
“La familia es un sistema. Un cambio en uno de sus miembros repercute en todos y cada uno de ellos. Si usted quiere tener un mayor bienestar dentro de su familia, la respuesta, no es “ir hacia afuera”, es precisamente “ir hacia adentro”. Hacer un proceso, un viaje, una aventura de la cual usted es el timón. Le invitamos a iniciar su aventura en favor de un mayor bienestar en la familia. ”, María Elena Asuad.