Tenemos el sentido de pertenencia. Es decir, sentirse que formas parte de una familia. Cuando la personas se crian con este sentido, se sienten con mayor seguridad. Este sentido se va desarrollando.
El segundo hábito, el sentido de la diferenciación. Los hijos deben aprender a diferenciar entre ellos y los padres. Sabiendo que los hermanos también las tienen.
Un tercero hábito es el del sentido del placer, refriéndose a que el niño tiene que aprender a temprana edad a disfrutar de la vida.
El hábito número cuatro, el sentido del orden. Cada cosa en su lugar. Cada cosa a su tiempo. Unos primeros, unos después. El orden se impone. Disciplina, orden.
Un quinto hábito es el de la intimidad. Los padres deben tener momentos de intimidad y los hijos deben de respetar, viceversa.
-Don Rey