¿Cuánto tiempo crees que tienes?

Se tiene la creencia que duraremos igual que el Universo.

Se nos dificulta convencernos de que la vida tal como la conocemos es finita. En base a esa creencia, procrastinamos tareas importantes del diario vivir, como «Dueño del tiempo» lo manejamos a nuestro antojo, posponemos decisiones que nos resultan molesta o que nos generan inseguridad, ansiedad o miedo.

Tomamos decisiones no en función de lo necesario, sino, en función de evitar lo que tememos.

Trabajamos años, al llegar el tiempo de jubilarnos lo aplazamos y pensamos  ̶  el próximo año ̶    ¿Por qué? ¿A qué les  tememos?

A quedarnos solos, a no saber en que invertir el tiempo luego de estar libre, interrogante como esta refuerzan la voluntad para no tomar  decisiones a tiempo.

Preferimos seguir trabajando aunque física y emocionalmente las fuerzas estén disminuidas, llegamos arrastras y hecho una sola queja, pero seguimos.

¿Por qué postergamos decisiones importantes en nuestra vida?

Y es que, cuando tememos a tomar  decisiones nos reconfortamos diciéndonos: Las dejamos para otro momento, este no es mi momento, no es mí tiempo, en fin, para justificar las indecisiones buscamos palabras de aliento y así no cargar con la culpa.

Hay quienes les entregan las decisiones a Dios, y solemos decir:

̶  Solo Dios es el que sabe ̶    así les encomendamos las    decisiones que nos corresponden tomar.

Si las decisiones implican emociones o afectos somos verdaderos héroes del patinaje, dejamos de abrazar, de reír, de expresar el amor, el afecto a  esas personas que están a nuestro lado, aplazamos y aplazamos.

Así, va pasando el tiempo, ese tiempo que no tiene dueño, que solo es un guía de nuestra existencia, con su silencio nos muestra cada paso que damos. Mientras avanzamos en la vida, como una paradoja, su presencia se torna cada vez más efímera en nuestra existencia.

Entonces ¿Cuánto tiempo crees que tienes?

Por Quenia Severino

Psicóloga Clínica

 

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