“Pertenecer a una familia, no significa que todos los miembros debemos sentir, pensar y actuar de la misma manera, no significa que debemos tener los mismos gustos, preferencia, actitudes y deseos”.
La psicoterapeuta María Elena Asuad, de hecho señala que “muy por el contrario, sentir que se pertenece a una familia, puede estar determinado, por la posibilidad de que la familia conozca y respete las diferencias de cada uno de sus miembros”.
Compartió esta reflexión con nosotros en nuestro programa de radio Camino al Sol. Analizaba la importancia del sentido de pertenencia para la salud emocional de cada integrante de una familia.
De acuerdo con Asuad, en la familia pueden confundirse los roles y las responsabilidades de sus miembros, provocando entre otros aspectos que algunos decidan reservar sus opiniones, y evitar comunicar algunos temas para “no hacer sentir mal a los otros miembros”.
“De esta manera crecen con poca adaptación a las demandas del exterior, y se sienten presionados a ser y actuar como las otras personas lo desean, a fin de obtener su aprobación. Así la mayor parte del tiempo que se desarrollan en la sociedad, modifican lo que sienten o piensan para complacer a los otros”, indica.
Dice que cuando estas confusiones de roles y responsabilidades no están presentes, cada integrante de la familia externa sus ideas; es capaz de defender y argumentar sus puntos de vista.
Mejorar la posibilidad de desarrollar salud emocional en la familia no significa que “nos forcemos” a hablar de los temas “generadores de malestar”, sino que los familiares hagamos un ejercicio de “darnos cuenta” de cuáles son esos temas y qué sentimientos nos producen. Esto, por supuesto, no puede ser de la noche a la mañana. María Elena Asuad.
Qué hacer para mejorar la salud emocional en la familia.
Nuestra colaboradora asegura que para lograr este objetivo, es necesario asumir que representará para cada miembro “un proceso de cambio para todo el sistema familiar”, y que requerirá del esfuerzo por mejorar la comunicación verbal y no verbal, así como del “respecto por los sentimientos de los demás”.
“Implica cambiar el estilo de relación entre sus miembros, a favor de una mayor diferenciación. Cuando las personas se desarrollan en familias con poca diferenciación, se pueden incubar sentimientos de injusticia por haber desempeñado roles y responsabilidades que no les correspondían”, agrega.
Asuad nos recomienda una herramienta para estos casos. Dice está “basada en la teoría de Boszormengy Nagy , quien hace un análisis de las llamadas lealtades invisibles dentro de la familia”:
Ejercicio de identificación del universo de justicia relacional.
Según nos explica nuestra colaboradora, este ejercicio consiste en implementar estrategias para “saldar” las que llama deudas de amor con otros miembros de la familia. Para ello indica es preciso identificarlas y resolverlas.
“Como verán, lo saludable no es que se eviten los temas conflictivos y las diferencias en la familia. Lo emocionalmente sano, lo que desarrolla el vínculo de pertenencia a la familia, es externar las diferencias y sentimientos en un clima de respeto, aceptación y afecto”, finaliza.
