“Cuando una persona llega a expresa de manera clara y abierta lo que siente, los demás llegan a respetarla y apreciarla más. En la medida que se va conociendo a la persona tal cual es, vamos queriéndola un poco más o respetándola un poco más. Una vez que la persona se expresa abiertamente siente alivio, hay una liberación. Una comunicación asertiva es real y efectivamente liberadora. Comunicarse de manera asertiva implica algunos factores: identificar lo que se siente, lo que se piensa y quiere. Segundo, aceptar nuestros pensamientos, sentimientos y creencias. A veces no somos capaces de organizar nuestros pensamientos. También, aceptar las creencias, lo que está dentro de nuestro entorno, nuestra cultura. Tercero, es importante controlar los sentimientos que impidan la comunicación. Si hay ira, enojo, tristeza, ansiedad, lo recomendable es no hablar. El momento en que el sentimiento es más fuerte que la razón, lo mejor es no hablar. Cuarto, cuando vayamos a comunicarnos se debe buscar el momento y la situación oportuna para decir lo que se quiere. En quinto lugar, es el ser específicos al expresar nuestros sentimientos, deseos o pensamientos. En sexto lugar, una vez aclarados los sentimientos y pensamientos es importante dar respuestas claras y concretas de manera rápida. Por último, es importante comunicar lo que se entendió. La comunicación asertiva es una herramienta que debemos cultivar”.
