La inquietud de nuestra querida Colaboradora Dalul Ordehi en el programa, también dejó una en nosotros de compartir un tema que puede no parecerlo, pero es importante y vale la pena ponerlo sobre la mesa.
De la escuela a la universidad
Todos los años o más bien, cada verano pasa hacer una nueva etapa, especialmente para esos estudiantes de último grado en bachiller de la escuela, pero también para los padres y madres. El gran giro de escuela a universidad.
¿Cómo se preparan los padres? Ellos como estudiantes vienen con una idea en mente del camino que les gustaría tomar en los estudios universitarios. Padres, madres… muchos de ellos no logran a adaptarse rápidamente a un cambio de este tipo.
Ver pasar a tu hijo o hija de la adolescencia a la casi adultez puede ser un proceso lento de aceptar ya que rompe con la estabilidad, pero el cambio es parte de la vida y más que en tiempos como esos, los cambios ocurrirán de manera frecuente en la de tus hijos.
Dese la voz de Dalul Ordehi le compartimos algunos consejos y herramientas para soporte en tiempos de iniciar en el período universitario.
Adquieren un mayor sentido de independencia
Ya no es lo mismo, en la escuela era otra cosa, donde tenían una dinámica diferente, guías o un profesorado que fueron guiándolos en el transcurso del año.
No cambia mucho. En la universidad, igual como en el colegio tienen profesores que dan indicaciones de acuerdo a las asignaciones, son los y las responsables de cuidar sus calificaciones y de estudiar, pero el hecho de pasar al nivel de la universidad (un nivel más alto), les da cierto sentido de mayor independencia al alumno. Por eso, no solamente en mamá y papá, a veces el trauma es mayor para el hijo o la hija.
Suéltalos, ya encontrarán las respuestas
La universidad viene siendo un lugar de descubrimiento para tus hijos, más bien, el sitio en donde van a obtener herramientas para desarrollar sus capacidades. Es bueno que como tutor, como padre y madre estemos al tanto de lo que hacen nuestros hijos, pero también es necesario soltar para que puedan aprender a buscar respuestas por si solos y sacar más a la luz ese sentido de independencia.
Cuando nuestros hijos llegan a la universidad, los padres pasan a segundo término, porque hay nuevas cosas, nuevas vidas, y es normal, es parte del proceso de su desarrollo personal.
Lo característico es que papá y mamá resuelvan. En casos, da miedo soltar porque sabemos que no tienen competencias pero la única manera de saberlo es así. Ellos mismos tienen que conocerse.
Hay que dejarlos crecer pero no completamente solos
A muchos de los padres les cuesta el proceso de adaptación, pero es tan natural como el ejemplo del pajarito en el nido: El parajito nace y queda bajo los brazos de mamá, pero esto, hasta que crezca, ¿sabes que hace la mamá una vez su criatura está en buena forma y alas para volar? Pues lo suelta y lo despacha del nido porque ya es grande. Así pasa con los hijos, porque tienen que conocer su entorno por sí mismos para defenderse.
Nunca llegues al extremo como padre, madre, porque como la vida misma lo demanda: Todo siempre con un balance. En el momento, contamos con una generación de jóvenes muy diferentes, no son igual en las que estuviste, son jóvenes que crecieron en entorno o con oportunidades diferentes. Lo bueno siempre es tener un proceso de acompañamiento entendiendo siempre que ya son adultos y dejando establecida una herramienta necesaria para toda relación, pero más para etapas como estas, la comunicación.
También debemos saber que en el ámbito universitario todo lo que se hace es directamente con el estudiante, por eso el acompañamiento debe ser más flexible con ellos y ellas. En otra línea, hay que capacitarlos desde el hogar, con las cosas cotidianas del hogar.
Otros puntos importantes:
-Ayúdalos en los problemas reales, si tiene un inconveniente.
-La alimentación es importante e influye mucho en el proceso.
-La preocupación se debe por la debida razón de que van afuera. Busca soluciones lógicas.
-Crea espacios de integración familiar que se adecue al momento. Espacios para crecer.
-Entiende que en esta etapa tu hijo o hija no puede estar en todo, porque tienen menos disponibilidad y tienen que estar concentrados en sus estudios.
-El proceso de desarrollo productivo es importante. Recuerda, no es la carrera que quieras, es la que tu hijo quiera. No dejes que recorra todo un camino. Es lo que le hace feliz.
-Observar en que fallaron en bachiller y ayúdalos desde esa parte, porque tal vez la carrera que quieran no es la que son capaces de manejar.
-Cuando hay sobreprotección significa que hay inseguridad a los padres.
A los hijas e hijas
Como hijo o hija, podemos ver siempre a papá o a mamá como los héroes, los que siempre pueden resolver un problema, los que siempre están con al frente en alto cada día trabajando, pero no es así, ellos también tienen su carga y es necesario entender todo el esfuerzo que hacen. Es decir, humanizarlos, aceptar y apreciar todo ese esfuerzo que han hecho, lo que han podido y no hacer, lo que se ha vivido o no con ellos, sus errores y soportes a la familia. Verlo todo para estar en sintonía, de eso se trata.
El padre, la madre puede trabajar mucho y tener un vínculo cercano o no con sus hijos. Es bueno reconocer esta parte y darles apoyo a los padres también, hablar con ellos. Muchas veces la comunicación se deja atrás por miedo a una respuesta irracional, pero te puedes sorprender.