Generalmente cuando hablamos de comunicación, damos énfasis al contenido del mensaje dejando atrás la manera en que se transmite. Nuestra colaboradora y psicóloga María Elena Asuad, va mas allá y profundiza más del tema de la comunicación, específicamente de los axiomas en la comunicación.
Paul Watzlawick, un destacado investigador de la sociología y la comunicología, explica en uno de sus estudios cómo nos pueden servir los axiomas de la comunicación.
“Aunque muchas veces estos pasen desapercibidos en la cotidianidad, la principal importancia de los axiomas de la comunicación radica en que nos permite darnos cuenta de algunos errores y ruidos de los cuales no somos conscientes y que nos podrían ayudar a mejorar nuestra comunicación” – Paul Watzlawick
Es imposible no comunicar, siempre comunicamos
Siempre comunicamos, aunque no digamos absolutamente nada. Cuando permaneces en silencio, estas comunicando que no quieres comunicar. También, cuando estas hablando con una persona, pues puedes tener una actitud corporal, no verbal.
Como por ejemplo: Dos personas hablando, una de ella cruza los brazos frente al pecho y dice “te estoy escuchando”. En este caso, puede ser que este enviando un mensaje contradictorio porque una cosa es lo que dice la boca y otra, lo que dice el cuerpo. Tal vez te está escuchando, pero no está aceptando lo que dices.
Y tu ¿Qué relación estableces cuando te comunicas?
“No solo es contenido, también es la relación” –María Elena Asuad.
En la comunicación no solamente se transmite el contenido sino la relación entre los participantes. Es decir, cuando dices algo (es decir, un contenido) a la vez estableces una relación la otra persona. Puede ser una relación de autoridad, de iguales o de sumisión.
Desde la voz de Asuad, muchas veces en terapia lo que se trabaja es el descubrimiento de lo que hay detrás del contenido.
Los vicios de la comunicación
La comunicación siempre viene con sus achaques y una que otras singularidades cuando se lleva acabo, pero tiene vicios que consciente o inconscientemente se llevan en su transcurso y estos rompen la esencia. Entre algunos de estos, María nos comparte siete de los más comunes que pasan, recomendando de seguido lo importante que es tomar conciencia de cómo se utilizan.
1-La interrupción.
2-El intento de adivinar el pensamiento de la otra personas.
3-El uso del sarcasmo.
4-La crítica constante, que se da mucho en la relación de una pareja simétrica en la que hay una lucha de poder.
5-La excesiva susceptibilidad.
6-La actitud permanente de educador. La relación que da es el “yo sé, tu no”.
7-Mezcla de tópicos conflictivos.
Una comunicación de doble vía
¿Qué quiere decir esto? Aquella comunicación que con la boca se dice algo y con el lenguaje no verbal otra cosa.
Un claro ejemplo:
1-Una persona que le diga a otra “tienes que hace X cosa ¡Vistete!”. Pero, corporalmente esa persona da otra orden (que es Y), que se contrapone. ¿Cómo? Puede ser esa persona sentada y relajada leyendo el periódico.
2-Una persona diciendo “te quiero mucho” pero corporalmente no lo demuestra o da un tono sarcástico.
Entonces, hay una contradicción entre un mensaje y otro. Esto significa que la persona que manda este mensaje, consciente e inconscientemente, manipula al otro. Esto es el doble vinculo: recibir un mensaje de una vía de contenido que no tiene que ver con el otro mensaje de lenguaje no verbal.
Adultos, se trata de tener conciencia
¡Ojo! Cuando un niño o niña recibe estos mensajes, va creciendo en la constante contradicción sin saber qué hacer y se paraliza o se llena de ansiedad, porque a veces lo padres, las parejas, hasta un jefe transmite mensajes contradictorios.
La comunicación contradictoria es una comunicación donde hay dos mensajes que se excluyen entre sí en el contexto de una relación significativa donde se hace difícil huir o ignorar. Cuando hay relación significativa se da el mensaje de doble vínculo.