Son todos esos niños que vemos y que no se pueden contener. Que se mueven muchísimo, son veloces y tienen sobre todo mucha impulsividad, sabiendo que es hacer lo que se quiera cuando se quiera, son de mucha inatención. Estos son niños, agitados.
En casos así, hay falta de regulación emocional y es posible que sea causa con la poca internalización de las normas y límites.
“La sociedad en la que vivimos está muy enfocada a dispersar a la familia, a los adultos, a los niños, niñas. Estamos invadidos de estímulos externos, donde también nosotros estamos agitados” –Isabella Paz.
¿Estás infoxicado?
…Tanta información, tanto contenido.
Vivimos en una sociedad de consumo y como adultos hay que controlar que consumos se hacen, porque la sociedad nos empuja a desconectarnos de todo de lo que está a nuestro alrededor. Un niño, una niña se construyen con otros. De todas las formas de vida que existen, el ser humano es el más vulnerable y no hay otro para que nos ayude a construir.
Paradoja
Si un niño pequeño necesita de otro y no hay otro, muere. Si necesitamos a otro, peor, este otro, en vez de que la sociedad sostenga a este otro que va a cuidar, lo que se hace es no apoyarlos, no sostenerlos o llenarlos de miles de estímulos.
Cuando hay niños/as agitados siempre hay que pensar que hay un adulto al lado que no ha podido asegurar y contener a ese niño que necesita estructura y relación para poder construirse como persona.
Recuerda, los niños copian todo de ti
La agitación se forma desde la barriga de la embarazada, se van formando esos estímulos. Cuando hay una mama con ansiedad, con ataques de pánicos o estrés por ejemplo; todo lo que la mama vive lo vive la cría, todo va estructurando los circuitos hormonales del bebe.
Igual, el fracaso de las relaciones primarias, fallos de interacción son causas de la agitación en las personas.
En caso de que identifiques a tu niño o niña con rasgos de inquietud o agitación, es muy importante que la comunicación verbal y no verbal este presente, que todo sea coherente.
¿Qué necesita?
Una estructura clara, una rutina de manera que le permita ir aceptando los hechos del día a día, o como dice nuestra colaboradora Isabella Paz, la frustración. Igual, ¿Qué ayuda al niño/a canalizar esta energía? Aire libre, actividades y juego espontáneo.
El juego es un catalizador para poder integrar todo la impulsividad que tiene el niño o niña, para poder expresarla de otra manera.
Detrás de un niño agitado, hay un niño que sufre, porque no se sabe a controlar.
¿Cómo ayudarlo? Estando presente, anticipado mucho, dando actividad libre, permitiéndoles jugar, eliminar los audiovisuales.
