María Ríos-Lamas de Nueva Acrópolis Dominicana, con el tema “La importancia de mantener una vida Espiritual activa”.
Hemos dividido la vida en sectores (vida personal, social, psicológica, hasta la espiritual). María nos dice que la espiritual es una integración de todo. Dirige todo, porque esta presente en todo los días. No tiempo tiempo, espacio, te acompaña siempre. Es parte sagrada de nosotros.
Así “la vida es un largo viaje”. No importan la velocidad; esto, es una ilusión. Tampoco importa el carruaje. Lo único que importa es el camino que andamos.
La clave está en el ser, no en el tener
Es indispensable que nuestra vida espiritual este activa. Puede ser sutil, porque mucha veces esta a prueba con ciertos acontecimientos negativos que pasan en el camino. Son los momentos que nos hacen reconocer los avances de nuestra vida espiritual. En esta vida no caben las lamentaciones. No cabe pedir y pedir milagros. Es una vida donde tenemos que enfocarnos en el ser, en el mundo interior. Cada momento es sagrado, no tres minutos que separemos de nuestro día.
La vida espiritual va creciendo con la voluntad que tengamos. Los actos de generosidad, de amor, de tolerancia. Transformar la sombra en luz. Quitar un defecto y poner una virtud.
Para enriquecer la vida espiritual, hay que llevar nuestra lectura de 5 o 10 minutos a la reflexión.
Respetando los ritos, cultos de cada quien. Nos vamos al origen inicial de la palabra “Religión” que quiere decir Volver a unirse con lo supremo, con lo superior. Significa hacerlos a cada momento, en cada espacio porque entramos a lo que es una verdadera religión, una religión natural. El ser humano por naturaleza es espiritual.
La espiritualidad es natural, como la naturaleza del árbol
Por ejemplo, el árbol de naturaleza es un vegetal, y su naturalidad es su madera. El tronco le da fortaleza al árbol y esa madera se expande en distintas formas y estilos. Pero no se olvida que la madera está incorporada debajo de la tierra y esa es la raíz. Es importante no olvidarnos de la raíz.
Es importante actualizar nuestra vida espiritual. No “recurrir” a ella solamente en tiempos de incertidumbre. Nuestra vida es un flujo de energía. La energía no se destruye, se transforma. El ánimo elevado se tiene que mantener.