Melissa Moya | El Manejo del tiempo

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¿Cómo es que te haces para hacer tantas cosas? Es una pregunta que le hacen a Melissa Moya frecuentemente, y que hoy nos comparte cómo maneja su tiempo en 15 tips (recomendaciones).

Por Melissa Moya

En varios episodios me han preguntado, ¿Cómo es que soy capaz de hacer tantas cosas? El día tiene 24 horas y la semana 7 días para todo el mundo. El tiempo es el recurso más difícil de gestionar. Hay muchas cosas que queremos hacer y no las hacemos por falta de tiempo. Pero si pudiéramos hacer conciencia de cómo manejamos nuestro tiempo, nos daríamos cuenta de que podemos hacer mucho más de lo que pensamos. Así que aquí, les comparto tips que a mí me han funcionado para lograr que el tiempo me rinda:

1. Organízate, física y virtualmente: Si no tengo mi espacio organizado, cuando necesite algo, perderé mucho tiempo buscándolo. Por lo que es importante mantener las cosas organizadas, guardarlas en su lugar al usarlas.

2. Cuida tu salud: Dormir bien, comer bien y hacer ejercicio es básico para estar saludable. Y sin salud, no podemos aprovechar el tiempo porque siempre estaremos cansados, seremos poco eficientes y envejeceremos más rápido. Analiza de qué manera hacer espacio para esto en tu agenda.

3. Menos es más: Mientras menos cosas acumulo, menos cosas me tocan limpiar, cuidar y organizar. Mientras más ropa yo tengo, más puedo dejar acumular y cuando me toque lavar y organizar, perderé mucho tiempo. Cuando los recursos son limitados, aprendemos a manejarlos mejor.

4. Planifícate:Elquenoseplanifica,pierdemuchotiempo.Esbuenosacaruntiempoa la semana para planificar lo que se va a hacer otra semana, lo que se va a comer, actividades, tareas pendientes, dead-lines. Un día para recoger, organizar, botar. Además, recomiendo el uso de agendas (electrónicas o físicas), sobre todo si tienes muchas actividades y puedes olvidarlas fácilmente.

5. Clasifica: Mientras más clasificamos, etiquetamos las cosas, más fácil de encontrar. Aplica en el espacio físico, sobretodo en el espacio virtual.

6. Evalúa las tareas de alto consumo: Evalúa si hay tareas en que estás perdiendo mucho tiempo. Por ejemplo, cuando cocino, a mí se me va mucho tiempo picando los vegetales. Si no tengo vegetales picados, agarro un día en la semana, los pico todos y los congelo. A la hora de cocinar eso es “echa y prende fuego”.

7. Estandariza todo: Haz plantillas para lo que necesites, unifica los nombres de tus archivos, establece un sistema para hacer las cosas.

8. Haz “tó de un tiro”: Tareas por volúmenes. Por ejemplo, si vas a fregar, pierdes menos tiempo si enjabonas todo, luego enjuagas todo, luego secas todo, a que si vas plato por plato enjabonando, enjuagando y secando. Somos más eficientes cuando nos enfocamos en una tarea a la vez.

9. Aléjate de las redes: Si contabilizas el tiempo que inviertes en tus dispositivos electrónicos y redes sociales sin necesidad, quizás te sorprendas del tiempo que se va. Haz ese ejercicio y reduce tu tiempo con los aparatos electrónicos. El que me quiera decir algo urgente, que me llame por teléfono. Si tengo personas puntuales a las que necesito estar atenta (mi jefe o algo así), le pongo una notificación personalizada para que me suene exclusivamente en esos casos.

10. Optimiza: Aprende habilidades que te ayuden a ahorrar tiempo. Por ejemplo, muchos de nosotros tenemos que redactar comunicaciones constantemente. Saber de mecanografía, ahorra mucho tiempo, y es una habilidad que no necesita demasiado tiempo para ser alcanzada. Si quieres aprender a hacer algo, coge un libro (o un tutorial) y haz lo que dice ahí.

11. Acumula conocimiento: Desde que somos niños y vamos a la escuela, estamos haciendo actividades que nos hacen acumular conocimientos y descubrir cosas nuevas. Lo cierto es que mientras más logramos aprender, nos llenamos de habilidades que en el futuro nos pueden servir. Mientras más aprovechamos el tiempo, sobre todo en esa edad en que nuestra única responsabilidad es estudiar, las cosas se nos hacen más fácil, ya que son muchos años y todo es cuestión de práctica.

12. Constancia: Cuando ya me he ahorrado tiempo con los puntos anteriores, ya tengo más tiempo para hacer lo que quiero hacer. Pues para lograr cosas, no es tanto el tiempo que se le dedique, sino la constancia. Por ejemplo, se aprende más a tocar piano, si tocas 20 mins. cada día de lunes a viernes, a que si solamente tocas los viernes 1 hora y 40 mins. porque de viernes al otro viernes, se olvida lo aprendido. En la vida, si uno no avanza, retrocede.

13. Tareas múltiples: Hay tareas que no requieren concentración, y son una ocasión perfecta para aprovechar el tiempo y aprender otra cosa al mismo tiempo. Podemos en nuestro día de planificación, organizar listas con audiolibros, charlas u otro material del que queremos aprender y escucharlo mientras hacemos tareas como fregar o manejar.

14. Haz tiempos de ocio: Hay un tiempo para cada cosa. He mejorado mucho desde que empecé a programar espacios para salir, despejarme, mirar al techo y dormir siestas.

15. Educa a tus hijos: Mucha gente excusa su falta de tiempo con el hecho de tener hijos, sin embargo, ser padres no tiene que ser una esclavitud. Enseña a tus hijos a ser autónomos y no pierdas tiempo haciendo cosas que les toca a ellos. Enséñales a organizar su cuarto, recoger sus regueros, arreglar sus mochilas, preparar sus “loncheras”, a no molestar cuando estás trabajando, a estar tranquilos cuando es necesario. Enséñales que sus actos tienen consecuencias y que estudiar es su responsabilidad. No les sueltes los electrónicos para que gasten el tiempo. Busca la forma de disciplinarlos con autoridad y cariño. Involúcralos en tareas cotidianas. Mientras más hijos, más ayudantes tienes para compartir ciertas tareas del hogar.

Dejemos de pensar que en esta época no hay tiempo. Nosotros no vivimos en tiempos donde en la noche se necesitan velitas y lámparas de crementina, donde no hay computadoras, ni lavadoras, ni comida empacada, que había que bajar al río a buscar agua, donde los viajes eran a caballos y duraban días, o en que la gente tenía que andar con mucha ropa encima. Tenemos herramientas que nos ahorran mucho tiempo y que antes no existían.

Sin embargo, hemos tenido genios en épocas antiguas que son “todólogos” buenos. Leonardo Da Vinci es un ejemplo: escultor, pintor, arquitecto, científico, matemático, físico, filósofo, hasta de música sabía y lo que hacía lo hacía bien. Bach: organista, tenor, concertino, compositor de un sinnúmero de piezas complejas y de calidad y tuvo 20 hijos.

Entonces, en una época donde para ir a un lugar, basta con decir “Ok, Google, Llévame a tal sitio”, dejemos de decir “Ay, es que no tengo tiempo”. Sí tenemos tiempo, lo que pasa es que o no lo sabemos gestionar o emplearlo implica sacrificar cosas que en un momento determinado no queremos o no nos es favorable hacer.

Saca un espacio de tiempo y calma, y evalúa qué quieres lograr, cómo lograrlo, qué tiempo necesitas para lograrlo y planifícate para ello. Te aseguro que te rendirá mucho más el tiempo.

El tiempo es más valioso que el dinero, porque el dinero va y viene, pero el tiempo no se recupera.

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