Ocho tips para el gestionar el tiempo

“No es que tengamos poco tiempo, es que perdemos mucho”

-Seneca “De la brevedad de la vida”.

Extraídos de los textos de Geovanny Ramírez

A veces se nos hace difícil llevar actividades cotidianas. En otros momentos, se nos hace inevitable calcular o pensar en ese “tiempo límite” que tenemos. Sin embargo, contamos con un sin número de opciones y herramientas que pasamos desapercibidas y podemos sacarles un gran provecho. De esta manera, Geovanny Ramírez nos comparte ocho tips para gestionar el tiempo.

1) Inicia el día con tiempo y espacio, ¡Simplemente respirando!

Respirar no sólo te calma. Permite que pongas las prioridades en perspectiva y hace que tu sistema inicie limpiamente, fisiológicamente te dá paz y serenidad en los momentos que más necesitas.

Inicia el día con por lo menos diez minutos para ti. Medita, serena tu mente, agradece tus bendiciones y piensa en tus prioridades a desarrollar en esa jornada. Date el permiso de ser egoísta y estar solo ese tiempo. Piensa en tus metas, tus logros y tus sueños; y coloca en presente y con una actitud positiva eso que anhelas o lo que lograrás. Visualiza tus metas.

2) Cambia tu manera de pensar y hablar sobre el tiempo.

Ser pesimista no le ha dado la felicidad a nadie. El tiempo, subjetivamente hablando, será lo que hagas de tus prioridades. Por lo que siempre maneja una conversación de poder y oportunidad sobre lo que es tu jornada y tus prioridades. El concepto “Tengo que…” cámbialo a “Escojo hacer”; parece nimio, sin embargo con ese modo de hablar mandas una señal a tu mente en la que tienes el control de tu realidad.

No tienes más tiempo que nadie. Todos tenemos la misma cantidad de horas en el día. Sin embargo será más o menos productivo o placentero dependiendo de cómo tú quieras gestionarlo. No esperes paz si dejas los pendientes vencerse, maneja el sabor del presente con la cabeza clara y con las prioridades previamente establecidas.

3) Escribe todo en lo que inviertes atención cada día.

Planificar no sólo es ver al futuro. Al final de la semana, pasa balance sobre cómo invertiste tus horas, determina el porqué de las tareas no cumplidas, verifica los focos rojos de urgencia que te sucedieron y busca la manera de evitarlos, y los aspectos en los que no fuiste productivo o eficaz tómalos en consideración para la planificación de la próxima semana.

Haciendo una verificación rápida podrás visualizar si estructuraste mal tu agenda, si “apretaste” mucho las citas o quedaste muy desahogado. Siempre es necesario que tomes en cuenta factores externos que influyen sobre compromisos, por ejemplo el tránsito entre un lugar y otro.

Permite flexibilidad en tu día, de manera que si se descompensa los compromisos no caigan como piezas de dominó. Maneja lo espacios eficientemente sin olvidarte de ti.

4) Establece las cinco prioridades más importantes para ti.

Esas serán tu guía.  En esta parte no me refiero a la jornada, sino a tu vida. ¿Qué es lo mayor importancia le das? Lo que sea, enuméralo y colócalo cual si fuera un master plan en el que esas rocas son los motivos sobre los cuales basas tus prioridades.

Por ejemplo, Geovanny prioriza en el siguiente orden lo más importante:

1) FAMILIA.

2) EQUILIBRIO PERSONAL (paz mental, ejercicio y plenitud).

3) SALUD FÍSICA.

4) FORMACION (lectura, audios).

4) PRODUCCIÓN (trabajo, negocios).

Esta parte es decisiva para ti, porque calibraras tu brújula acorde a las metas que deseas. Tu planificación debe estar cimentada sobre unos objetivos de vida claros con los que te identifiques. Nunca pierdas el norte, por más necesidad o presión exterior que recibas. A la larga, complaciendo a todos terminas desequilibrándote y saliendo de la zona que debes controlar para tu estabilidad personal y psíquica.

5) Enfócate en no más de tres objetivos por día.

Realiza el que más te rete primero. Por día establece no más de tres objetivos reales y necesarios que debas cumplir. Recuerda que la rutina y los fuegos diarios siempre existirán, pero debes concentrarte en irte a la cama con la sensación de que avanzaste en tareas que para ti fueron importantes.

No asumas ni que las urgencias terminaran si las atiendes, tampoco permitas que los fuegos diarios sean los que manejen tu agenda. No eres un operativo, si te hace falta, busca uno y delega esas actividades, como gerente y gestor de tiempo requieres que las prioridades sean las vitales, no las emergencias propias de los que te rodean.

6) Usa tu agenda conjuntamente con una lista de tareas.

El calendario, las alarmas, la agenda y las listas son y serán los mejores instrumentos para la organización profesional y personal de cualquiera. Tu memoria está sometida a constante bombardeo de información; es la víctima de la velocidad social en la que vives. A pesar de que hay que ejercitarla y no soltarle todo a los celulares, no confíes en ella. Lamentablemente falla inducida por la presión y el stress.

Toma en consideración que mientras menos piedras lleves en la mochila de la memoria, más libre te sentirás al momento de desarrollar tu jornada. Si esquematizas tus prioridades acorde a tus espacios y tiempos, estos nunca te fallaran. Crea sistemas, llamadas, citas y compromisos de manera efectiva y compacta, siempre dejando espacios que te permitan desplazarte entre ellos y no sentirte ahogado.

7) Delega y automatiza.

Delegar: una mala palabra para un controlador.

Es necesario que te recuerde que aunque lo creas, no puedes estar siempre en todos los lugares y con todas las personas. A pesar de que “estar ocupado” es un esnobismo que te puede hacer sentir importante, es todo un peso que a la larga pasa factura. No hay porque temer, descargar tus compromisos en otro sólo permite aligerar la carga, también enaltece al delegado por tu confianza. Eso sí, recuerda que LA RESPONSABILIDAD NO SE DELEGA, sólo las tareas.

Todo es pasible de ser sistematizado a manera que hagas el menor esfuerzo mental para la consecución de los objetivos. El uso de plantillas, bases de datos y apps de móviles te ahorran un tiempo inestimable en el desarrollo de tu jornada. La mayor parte de los compromisos rutinarios puedes colocarlos en el tren de la automatización y evitarás errores y demoras.

8) Establece fechas a tus metas personales, las que siempre dejas de último.

En lo que colocas tu atención, es lo que se expande. Parte de la ley universal de la atracción y vibración. No funciona que sólo estés cumpliendo compromisos de otros que no te generen un desarrollo personal, y menos si no te apasionan. Vivir una vida sin un sentido de desarrollo personal y humanístico, no sólo está condenada al vacío y a la soledad; también se vuelve una carga insoportablemente pesada con el tiempo.

Tus metas personales, esas que te dan orgullo o placer, son las primeras que debes colocarles una fecha y una hora, preferiblemente al final de tu jornada.

En caso de que no te atiendas a ti, nadie lo hará. Recuerda que la importancia que no te das, nadie la reconocerá. A lo mucho mandaran flores al funeral y dirán lo bueno y entregado que eras; luego buscarán a otro que cumpla tu rol, posiblemente nadie tan eficiente como tú; pero no importa, no estarás para darte cuenta.

Para terminar, te dejamos con una frase que Geovanny nos comparte: “Disfruta tu día, haz lo que tengas que hacer ¡pero gózatelo! Como quiera, al final te vas».

¡Únete a la conversación!

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