Paulo Herrera Maluf, Consultor empresarial, experto en estrategia, finanzas y cambio organizacional, nos trae en esta oportunidad una reflexión la cual titula: “El odio vestido de seda, odio se queda”. Esta frase encapsula la idea de que, sin importar cuán elegantemente se disfrace el odio o la animosidad, su esencia negativa y destructiva permanece inalterada. La metáfora sugiere que no importa cuánto intentemos enmascarar sentimientos negativos con superficialidades agradables o apariencias amigables, el núcleo tóxico sigue presente. Nos insta a ser conscientes de la autenticidad emocional y a abordar los problemas de manera directa en lugar de disfrazarlos con fachadas.