Nuestra #ActitudCaminoAlSol la dedicamos a la frase: «Valora cada instante, sea dulce o amargo; en ello encontrarás tu bienestar». En los momentos dulces, encontramos alegría y gratitud, mientras que en los amargos hallamos lecciones y fortaleza. Ambos son esenciales para nuestro crecimiento y equilibrio, pues cada experiencia, sin importar su naturaleza, nos enriquece y nos acerca a una comprensión más profunda de nosotros mismos.
Empecemos por el principio: es imposible vivir sin sufrir en algún momento y atravesar todo tipo de adversidades. Los cambios en la vida son una constante. Lo que sube baja, lo que baja sube y lo que vive, muere. Es así desde siempre, y seguirá siendo así sin que podamos hacer nada para evitarlo. Por eso, desde hace siglos, el estoicismo y otros grandes filósofos de la historia, como Nietzsche, nos han enseñado que lo mejor para alcanzar la paz interior es aceptar lo que ocurre, en lugar de resistirnos a ello.