¡Iniciamos el mes de septiembre con el mejor de los ánimos! En ese sentido, proponemos nuestra #ActitudCaminoAlSol para este lunes, la cual nos dice: «Si ya sabes lo que va a pasar, enfócate en cómo te gustaría que terminara». En lugar de dejarse llevar por la preocupación o la resignación, la frase sugiere tomar un rol activo en la forma en que reaccionamos y participamos en el desarrollo de los acontecimientos. Nos recuerda que, aunque no siempre podemos controlar los eventos que ocurren a nuestro alrededor, sí tenemos la capacidad de decidir cómo enfrentarlos y qué resultados deseamos alcanzar.
Las vacaciones son un tiempo para descansar, recargar energías y desconectar de la rutina diaria. Sin embargo, para muchas personas, el regreso a la vida cotidiana después de un período de descanso puede ser abrumador y generar lo que se conoce como ansiedad post-vacacional. Este fenómeno es más común de lo que pensamos, y aunque no es una enfermedad en sí misma, puede afectar nuestra salud mental y bienestar general si no se maneja adecuadamente. La ansiedad post-vacacional se refiere a una sensación de malestar, inquietud o estrés que surge cuando nos enfrentamos al regreso a nuestras responsabilidades habituales después de un período de descanso. Este estado emocional puede incluir síntomas como irritabilidad, dificultad para concentrarse, insomnio, fatiga, y en algunos casos, una tristeza inexplicable.