Enfocamos nuestra #ActitudCaminoAlSol en la cultura de la lectura y la escritura con la intención que nos dice «Cuando la realidad se ponga difícil, recuerda que puedes sacar lápiz y papel». En medio del caos, trazar líneas, escribir palabras, o simplemente dejar fluir tus pensamientos puede ser una forma de encontrar claridad y calma. El simple acto de plasmar tus ideas sobre el papel puede ayudarte a organizar tus pensamientos, a visualizar soluciones y a liberar el peso que la realidad difícil pueda estar ejerciendo sobre ti.
La escritura terapéutica consiste en escribir para nosotros mismos. ¿Para qué? “Escribimos para quitarnos imágenes dolorosas. Para asentar un hecho extraordinario. Para plantear un problema. Para aceptar la ruptura de lo perfecto o de lo que uno cree perfecto. Para atravesar un túnel. Para trascender…” , afirma la pionera de este enfoque, Silvia Adela Kohan, en el libro La escritura terapéutica. Antes de la popularización de los ordenadores, de la existencia de los blogs y las redes sociales, muchos adolescentes tenían un diario personal que se cerraba con una minúscula llave. Allí vertían las experiencias más inconfesables, sus sentimientos, reflexiones sobre la vida que no querían compartir con nadie.