Nuestra #ActitudCaminoAlSol la enfocamos en la frase: «Deja que los desafíos te formen, no que te derroten». Las dificultades son inevitables, pero lo que marca la diferencia es cómo las enfrentas. Permite que cada caída te enseñe a levantarte con más fuerza y que cada error sea una lección para avanzar con mayor sabiduría.
Hacia el final de su vida, Sigmund Freud afirmó: «He sido un hombre afortunado, porque nada me fue fácil». Con ello se refería a los múltiples obstáculos que tuvo que salvar como pionero del psicoanálisis en una sociedad muy conservadora, además del peligro de ser judío en pleno auge del nazismo. Las dificultades son una piedra de toque para probarnos a nosotros mismos y reinventar nuestra realidad. Una existencia sin desafíos ni altibajos resulta cómoda a corto plazo, pero suele desembocar en la apatía y la falta de objetivos, ya que el ser humano solo valora y aprende de aquello que le cuesta.