Nuestra #ActitudCaminoAlSol para despedir esta semana, la motivamos con la intención que nos dice: «Respira… recuerda que por cada minuto enojado, desperdicias sesenta segundos de tranquilidad». «Respira… recuerda que por cada minuto enojado, desperdicias sesenta segundos de tranquilidad». La respiración consciente, lenta y profunda tiene el poder de calmar la mente y el cuerpo, liberando tensiones acumuladas y reduciendo los niveles de estrés. Al inhalar y exhalar de manera controlada, podemos entrar en un estado de relajación que nos permite conectar con nuestro ser interior, enfocarnos en el presente y liberar preocupaciones.
Las técnicas de relajación constituyen quizás el grupo de técnicas más empleadas en intervenciones psicológicas. Sus aplicaciones son muy diversas, siendo muy pocas las problemáticas en las que no se puedan aplicar. En este artículo, vamos a exponer algunos de los métodos de relajación más populares, destinados especialmente a personas que no saben relajarse. El origen de las técnicas de relajación se localiza en la cultura oriental, asociadas a las técnicas hinduistas que, a través de la meditación, buscan alcanzar estados que permitan conseguir la contemplación, la sabiduría, la calma mental y la relajación corporal unidas al control respiratorio.