Los niños y niñas nacen en un estado funcional, por lo que la emoción de los padres es la emoción de ellos mismos.
Isabella Paz, Psicomotricista de Felices Jugando, plantea y nos dice que los hijos necesitan ver a los padres felices.
Verte feliz para así poder florecer y crecer serenamente
La felicidad en la familia esta frecuentemente cerca de todos, tan cerca, que no lo vemos casi. La vida cotidiana lleva a una rutina monótona y a veces puede llegar a ser negativa. Ves el vaso medio vacío, y en cambio podrías verlo medio lleno.
A pesar de todo esto tienes que transmitir fortaleza a tus hijos a través de la actitud que asumas como padre y madre.
Así es un niño feliz:
Un niño, niña feliz está abierto a la vida, es curioso y espontáneo. Su rostro es sonriente y su risa ruidosa. Tiene un sueño tranquilo y calmado. Come correctamente. Es autónomo, no corre hacia sus padres en cada dificultad, va hacia los otros. Utiliza su creatividad, es curioso, le gusta aprender y descubrir nuevas cosas. Está contento de ir a la escuela para encontrar sus amigos.
¿Porque es importante tu felicidad para tus hijos?
Tu estado de ánimo influye el comportamiento de tus hijos.
Si el niño encuentra a uno de sus padres deprimidos, tristes o angustiados, va a intentar a través de su comportamiento hacerlo reír. Cree que es su culpa que este triste, y que debe reparar su error o daño.
De esto, el niño pone a un lado sus sentimientos y ahoga sus propias necesidades. Nuestra colaboradora Isabella Paz recomienda que en caso de que esto ocurra lo correcto es desculpabilizar a tu hijo y poner palabra a lo que el niño está sintiendo.
“Si quieres la felicidad, la tomas”,
Isabella Paz.
El estado de ánimo no solo influye de una relación de padre, madre a hijo, hija. También con las personas que consideramos más cercanas y van dentro de nuestro vínculo de vida.
Hay veces que lo cotidiano nos llena demasiado y nos olvidamos de cómo podemos ser felices a pesar de esto. Sin embargo, Isabella nos comparte algunos puntos para mantener esa felicidad dentro de esa monotonía.
Primero, debes tener conciencia de tu bienestar.
Es algo de las personas retener más lo desagradable que lo agradable, tal vez para poder sobrevivir memorizamos el peligro. Pero también debes tomar conciencia de los momentos agradables y dulces.
¿Qué tal si eres feliz y no lo sabes?
Ten una mirada global de todo lo que vives y capacidad de memorizar lo positivo. La felicidad es todo a la vez. Esta toma de conciencia contribuye a agrandar tu felicidad.
Nuestra colaboradora señala lo importante que es tomar conciencia de todos los momentos agradables, dulces, felices que vienen en nuestras vidas y cultivar recuerdos felices el mayor tiempo posible.
En segundo lugar, vive en el presente.
La felicidad es sentirse completamente vivo. La mente duele tanto como el cuerpo. Muchas personas ven la felicidad en su futuro. La felicidad es saber cómo celebrar.
El tercer punto se trata de orientar tu vida hacia lo que amas.
Es necesario identificar la actividad profesional, donde vas a florecer, abrir y practicar pasatiempos que amas. También compartir buenos momentos con tu familia y amigos. El sentido que le das a tu vida permite que te sientas feliz.
La felicidad pasa por la cotidianidad: familia, trabajo, amigos, diversiones. La felicidad está en una buena comida en familia por ejemplo.
“Si quieres ser feliz ocúpate de los tuyos”,
Isabella Paz.
Para mantener la felicidad debe de haber aceptación, de manera que haya autovalidación. De la mano llevar autenticidad, ser uno mismo.
A menudo estamos prisioneros de la imagen que queremos dar a los otros. Es frecuente ver personas que toman sus decisiones en función de la mirada de otros, de la validación de otros o porque se sienten presionados.
Hacer comparaciones arruina la felicidad, no lo hagas. También tienes una voz. Desarrolla tu propia personalidad. La felicidad es ser amado por lo que eres y pasa por la aceptación de uno mismo, de asumir tus decisiones, de conocer tus gustos y manifestar tus sensibilidades.
Recuerda escuchar tus propias necesidades, y respetarte. Son las llaves para ser felices.
También aprende a soltar. Es necesario para que te conozcas y construyas tu ser. Suelta creencias, personas, formas de vida que ya no funciona para ti. Rodéate de las personas correctas, que están en tu mismo camino emocional y espiritual. Personas entusiastas.
Recuerda el valor de la gratitud, pero también busca lo que enciende tu alma todo lo que te hace vibrar; pequeñas cosas, paseos, película, compartir, deportes, etc.