Una tormenta invernal inusual cubrió de nieve Texas y el sureste de Estados Unidos, afectando ciudades como Nueva Orleans y Houston. Este fenómeno extremo, poco común en la región, provocó el cierre de autopistas, la cancelación de vuelos y la suspensión de clases para más de un millón de estudiantes. Algunos condados cerca de la frontera entre Texas y Luisiana recibieron sus primeras advertencias de tormenta de nieve en la historia. Incluso destinos turísticos soleados, como Gulf Shores en Alabama y Pensacola Beach en Florida, quedaron cubiertos de nieve, transformando las típicas playas de arena blanca en paisajes invernales.
